NO TE ENGAÑES A TI MISMO

• En la vida solo hay dos tipos de personas. Los que aman a Dios y los que no. En la vida solo hay dos tipos de decisiones. Los que aceptan que Cristo es su Señor y Salvador y los que no.
• En Mateo 5-7 Jesús predica su famoso sermón del monte. En su sermón del Monte, Jesús, nos enseña cómo alguien que pertenece al reino de los cielos debe vivir, cómo se debe comportar. Está manera de vivir que Jesús nos enseña no es fácil, es algo radical aun para los judíos quienes ya vivían vidas muy diferentes a las de las demás naciones incrédulas.

• Mateo 7:13-14 13 »Solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. 14 Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.
• Jesús aquí presenta las posibilidades y explica a donde conduce cada una. Establece que solo hay dos opciones en la vida.
• 13 – Opción #1 La puerta y el camino ancho. Este es el camino más fácil y es el que muchos escogen. ADVERTENCIA: Conduce al infierno.
• 14 – Opción #2 La puerta y el camino angostos. Camino con acceso a la vida eterna. ADVERTENCIA: Difícil de encontrar y difícil de recorrer.

• Mateo 7:15-20 15 »Ten cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces. 16 Puedes identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan. ¿Acaso puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos? 17 Un buen árbol produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos. 18 Un buen árbol no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. 19 Por lo tanto, todo árbol que no produce frutos buenos se corta y se arroja al fuego. 20 Así es, de la misma manera que puedes identificar un árbol por su fruto, puedes identificar a la gente por sus acciones.
• Advertencia de que algunos que dicen hablar o enseñar de parte de Dios realmente serán cómo lobos disfrazados de inocentes ovejas. ¿Cómo se pueden identificar? Por su fruto (su manera de comportarse o de vivir).
• ADVERTENCIA: Él árbol malo será echado al fuego (Destrucción).

• Mateo 7:21-23 21 »No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. 22 El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. 23 Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.
• V.21 – Verdaderos creyentes son los que hacen la voluntad de Dios.
• V.22 – Muchos religiosos realmente no son conocidos por Dios.
• V.23 – No te engañes a ti mismo pensando que porque vives una vida religiosa, que eso te identifica cómo verdadero creyente. NO ES ASI.

• 1 Juan 2:3-6 3 Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos. 4 Si alguien afirma: «Yo conozco a Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios, es un mentiroso y no vive en la verdad; 5 pero los que obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él. 6 Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió.
• Mateo 3:7-9 7 Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a mirarlo bautizar, los enfrentó. «¡Camada de víboras!—exclamó—. ¿Quién les advirtió que huyeran de la ira que se acerca? 8 Demuestren con su forma de vivir (frutos) que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios. 9 No se digan simplemente el uno al otro: “Estamos a salvo porque somos descendientes de Abraham”. Eso no significa nada.

El cristianismo es, sobre todo, una fe que se practica. La sana doctrina es su raíz y fundamento, pero la vida santa siempre debe ser su fruto. – J.C. Ryle

• Salmo 119:43-48
• Si te has dado cuenta de que tu condición espiritual no es lo que pensabas o si ya lo sabias, la gracia de Dios puede cubrir cualquier pecado en tu vida porque no hay condenación para los que están en Cristo (Romanos 8:1).

Señor Jesús, admito que soy un pecador. Sé que el castigo por mi pecado es la muerte física, espiritual y eterna. Reconozco que no puedo hacer nada con respecto a mi situación. Pero yo sé que viniste a pagar el castigo por mi pecado. Confío solo en Ti como Aquel que murió en mi lugar. Me arrepiento de mi pecado y confío en Ti como el único que puede ponerme en una relación eterna con el Dios vivo. Deseo ser Tu hijo. Deseo vivir como Tu hijo. En tu nombre. Amén.

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