EL PLAN, LA GRACIA, LAS OBRAS, Y LA GRAN COMISION: MENSAJE #3 – EL RESULTADO PARTE 1
August 31, 2025INTRODUCCIÓN: LO QUE HEMOS APRENDIDO
- El plan de Dios fue salvarnos por medio de la muerte de Jesucristo, quien murió en nuestro lugar.
- Esa salvación que Dios ofrece es por la gracia de Dios (un regalo inmerecido de parte de Dios).
- Efesios 1:6-8 6 De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado. 7 Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. 8 Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento.
- La única manera de apropiarnos de la salvación que Dios nos ofrece es recibirla por medio de la fe en Jesucristo (creer en Cristo Jesús y su sacrificio en la cruz en nuestro lugar).
LAS BUENAS OBRAS NO SALVAN, PERO SÍ SON EL RESULTADO NATURAL DE UNA FE GENUINA
- 2 Corintios 5:17 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!
- Las buenas obras o una vida transformada son la evidencia de una fe genuina.
- Santiago 2:14-20 14 Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien? 15 Supónganse que ven a un hermano o una hermana que no tiene qué comer ni con qué vestirse 16 y uno de ustedes le dice: «Adiós, que tengas un buen día; abrígate mucho y aliméntate bien», pero no le da ni alimento ni ropa. ¿Para qué le sirve? 17 Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil. 18 Ahora bien, alguien podría argumentar: «Algunas personas tienen fe; otras, buenas acciones». Pero yo les digo: «¿Cómo me mostrarás tu fe si no haces buenas acciones? Yo les mostraré mi fe con mis buenas acciones». 19 Tú dices tener fe porque crees que hay un solo Dios. ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados. 20 ¡Qué tontería! ¿Acaso no te das cuenta de que la fe sin buenas acciones es inútil?
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- V.14 Santiago está cuestionando si una declaración de fe que no se demuestra con un cambio de vida que produce buenas acciones.
- Vs. 15-16 Santiago nos da un ejemplo y pregunta: ¿Para qué le sirve a alguien una supuesta fe que dice tener si no produce buenas acciones de amor hacia su prójimo?
- V.17 Una declaración de fe sin un cambio de vida es fe muerta e inútil.
- V.18 No es solo una declaración de fe o solo obras, las dos van de la mano. La fe genuina naturalmente produce buenos resultados.
- V.19 Decir que crees no es suficiente, ya que hasta los demonios creen y tiemblan.
- V.20 Es una tontería vivir diciendo que tenemos fe y no vivir una vida haciendo buenas cosas por los demás, sin obedecer la Palabra de Dios, y sin vivir una vida diferente a la que vivíamos antes.
- Santiago 2:21-24 21 ¿No recuerdas que nuestro antepasado Abraham fue declarado justo ante Dios por sus acciones cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿Ya ves? Su fe y sus acciones actuaron en conjunto: sus acciones hicieron que su fe fuera completa. 23 Y así se cumplió lo que dicen las Escrituras: «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe». Incluso lo llamaron «amigo de Dios». 24 Como puedes ver, se nos declara justos a los ojos de Dios por lo que hacemos y no solo por la fe.
- Romanos 4:1-3 Humanamente hablando, Abraham fue el fundador de nuestra nación judía. ¿Qué descubrió él acerca de llegar a ser justo ante Dios? 2 Que si sus buenas acciones le hubieran servido para que Dios lo aceptara, habría tenido de qué jactarse; pero esa no era la forma de actuar de Dios. 3 Pues las Escrituras nos dicen: «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe».
- Santiago simplemente está diciendo que las buenas obras deben acompañar a una declaración de fe si es que la fe es genuina.
- Las buenas obras por sí solas no pueden justificar a las personas, pero la fe por sí sola, sin las buenas obras, sí puede justificar a las personas. Ejemplo: El ladrón en seguida de Jesús.
- Así es que según Santiago, Abraham tuvo fe (le creyó a Dios) y el resultado natural de esa fe fue actuar en obediencia a la Palabra de Dios. El resultado es poner en práctica la Palabra de Dios en nuestras vidas.
- Santiago 1:22 No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.
RESUMEN Y REFLEXIÓN
- Somos justificados ante Dios por nuestra fe en Cristo, en base a su vida, muerte y resurrección. Somos justificados en base a lo que Cristo hizo y no en lo que nosotros hacemos.
- Las buenas obras no salvan, pero sí son el resultado natural de una fe genuina.
- Filipenses 1:10-11 10 Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva. Que estén siempre llenos del fruto de la salvación—es decir, el carácter justo que Jesucristo produce en su vida— porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios.
- El resultado de la verdadera fe que salva es una vida como la que Cristo vivió.
- ¿La manera en la que vivimos le da gloria a Dios? ¿La manera en la que vivimos demuestra a los demás que nuestra fe es genuina? ¿Lo que hacemos en secreto glorifica a Dios?
- Lo que necesitas hacer es venir a los pies de la cruz, reconocer tus pecados, arrepentirte de tu vida de desobediencia a Dios y creer que Jesús murió en la cruz por ti. Debes rendirte completamente a Dios y permitir que sea él quien renueve tu mente, quien cambie tus deseos y quien transforme tu manera de vivir.
ORACIÓN DE SALVACIÓN
Señor Jesús, admito que soy un pecador. Sé que el castigo por mi pecado es la muerte física, espiritual y eterna. Reconozco que no puedo hacer nada con respecto a mi situación. Pero yo sé que viniste a pagar el castigo por mi pecado. Confío solo en Ti como Aquel que murió en mi lugar. Me arrepiento de mi pecado y confío en Ti como el único que puede ponerme en una relación eterna con el Dios vivo. Deseo ser Tu hijo. Deseo vivir como Tu hijo. En tu nombre. Amén.