EL PLAN, LA GRACIA, LAS OBRAS, Y LA GRAN COMISION: MENSAJE #7 – HACER LO QUE SIGUE

• Una persona debe considerar el costo y el sacrificio que se requieren para ser un verdadero discípulo de Jesucristo.
• Lucas 14:25-28, 33 25 Una gran multitud seguía a Jesús. Él se dio vuelta y les dijo: 26 «Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás—a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas—sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo. 27 Además, si no cargas tu propia cruz y me sigues, no puedes ser mi discípulo. 28 »Sin embargo, no comiences sin calcular el costo… 33 Así que no puedes convertirte en mi discípulo sin dejar todo lo que posees.
• Jesús no quiere seguidores que se lancen a ser sus discípulos sin saber lo que esto implica — estar dispuestos a renunciar a todo por Jesús.
• Una vez que las personas que el Padre trae a Jesús reciben el regalo de la Salvación por medio de la fe y dejan todo por seguirlo a él, la Biblia afirma que el siguiente paso es el bautismo.

Dos objetivos principales del ministerio de Jan el Bautista:

1. Llamar a las personas al arrepentimiento.
2. Señalar a las personas al Mesías.

• Juan el Bautista llamó a las personas al arrepentimiento (alejarse de su pecado) para prepararse para la llegada del Señor. La señal externa de este arrepentimiento interno era ser bautizado en agua.
• Mateo 3:13-14 13 Luego Jesús fue de Galilea al río Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan intentó convencerlo de que no lo hiciera.—Yo soy el que necesita que tú me bautices—dijo Juan—, entonces, ¿por qué vienes tú a mí?
• Juan inicialmente rechazó bautizar a Jesús. Recuerda: el bautismo de Juan fue un simbolismo de arrepentimiento, pero Jesús no tenía nada de qué arrepentirse.
• Hebreos 4:15 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó.
• Si Jesús es sin pecado, pregunta Juan en Mateo 3:14, “entonces, ¿por qué vienes tú a mí?”
• La respuesta – Mateo 3:15 Pero Jesús le dijo: —Así debe hacerse, porque tenemos que cumplir con todo lo que Dios exige. Entonces Juan aceptó bautizarlo.
• Dios envió a Juan con este propósito de bautizar en agua y Jesús actuó en obediencia, en todo lo que el Padre requería. La obediencia marcó la vida de Jesús.

• Jesús fue obediente en cuanto al bautismo y cuando Juan bautizó a Jesús, tres cosas sucedieron.
• Mateo 3:16-17 16 Después del bautismo, mientras Jesús salía del agua, los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios que descendía sobre él como una paloma. 17 Y una voz dijo desde el cielo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo».

1. Se abrieron los cielos. Ahora, Dios abrió el cielo porque estaba por hacer algo.

2. El Espíritu desciende sobre Jesús. El Espíritu tomó una forma visible y descendió sobre Jesús.

3. Hubo una voz del cielo. Dios dijo: “¡Tú eres mi Hijo, estoy muy complacido contigo!”

El bautismo es el primer paso de la obediencia.

• Así como el Padre le ordenó a Juan que bautizara y Jesús fue obediente al bautismo de Juan, de manera similar, Dios ordena el bautismo para nosotros, y debemos obedecer a Jesús al hacerlo.
• Mateo 28:18-20 18 Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».
• Al estudiar el libro de Hechos, ves que el bautismo ocurre inmediatamente después de que alguien llega a la fe en Jesús (Hechos 2, Hechos 8, Hechos 10).
• El bautismo es el primer acto de obediencia para los creyentes; es el paso inicial que da todo seguidor de Jesús.

El bautismo es un símbolo de salvación.

• En el bautismo, estás simbolizando la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.
• En el bautismo, declaras públicamente que has muerto a tu antigua vida y que has resucitado en Cristo como una nueva persona. Esto es lo que leemos.
• Romanos 6:3-4 3 ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? 4 Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.
• Colosenses 2:12 12 Pues ustedes fueron sepultados con Cristo cuando se bautizaron. Y con él también fueron resucitados para vivir una vida nueva, debido a que confiaron en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos.

El bautismo es para aquellos que han puesto su confianza en Jesús.

• Somos salvos por gracia, a través de la fe (creer), solo en Cristo, no por ninguna obra, rito o ritual.
• Efesios 2:8-9 8 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. 9 La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
• El bautismo no es una obra que haces para ganar la salvación, sino que es el primer acto de obediencia para el creyente.

“¿Qué pasa con el bautismo de bebés?”

• Lo probable es que tus padres te bautizaron porque seguían una tradición que creían que era buena tanto para ti como para ellos mismos. Pero, no tuviste voz en ese bautismo.
• Ahora, como adulto, puedes tomar esa decisión por ti mismo de bautizarte después de arrepentirte del pecado por medio de la fe en Jesús.

• Lo primero es creer de todo corazón en Jesucristo como Señor y Salvador.
• Después debes ser obediente y bautizarte.
• Si te resistes a Él en el primer paso de obediencia, ¿cómo puedes realmente avanzar en obedecer otras enseñanzas de Jesús?
• La obediencia tardía es desobediencia.
• La obediencia proporciona paz en nuestras almas.

Señor Jesús, admito que soy un pecador. Sé que el castigo por mi pecado es la muerte física, espiritual y eterna. Reconozco que no puedo hacer nada con respecto a mi situación. Pero yo sé que viniste a pagar el castigo por mi pecado. Confío solo en Ti como Aquel que murió en mi lugar. Me arrepiento de mi pecado y confío en Ti como el único que puede ponerme en una relación eterna con el Dios vivo. Deseo ser Tu hijo. Deseo vivir como Tu hijo. En tu nombre. Amén.

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